La única manera en que somos capaces de vivir una vida de Fe, una vida llena de amor, paz, gozo y poder es a través del Espíritu Santo. Esto lo podemos ver más claramente en la vida de los Apóstoles. Ellos tuvieron la ventaja de convivir con Jesús y escucharlo predicar y ver todos los milagros que hacía, y aun así con todas esas ventajas, eran hombres atemorizados viviendo su fe encerrados en el cenáculo antes de recibir el Espíritu Santo. Lo que sucedió en el cenáculo cambio las vidas de esos hombres y mujeres y cambiaría el curso de la historia humana. Esta experiencia del Espíritu Santo es un encuentro disponible para todos; no es reservado para unos cuantos. Pentecostés y el poder transformante del Espíritu Santo es el tema de este episodio.