En el evangelio de Juan, encontramos la escena importante en la que Jesús le otorga a la Iglesia Su don final: "Hijo, he ahí a tu madre" (Juan 19,27). Aquí vemos que Jesús inaugura el rol de María como Madre de la Iglesia. Por lo tanto, no debería sorprendernos que desde los primeros instantes de la Iglesia, los cristianos han recurrido a María como su madre espiritual pidiéndole sus oraciones y su ayuda materna.

Lee y estudia: El Catecismo Católico de los Estados Unidos para Adultos Capítulo 12 (páginas 151-160)